VIVIR ARRIESGADAMENTE
Madrid, 11-01-2021
(Lectura rápida 😊)
En
la pecera de plástico de la terraza de mi bar favorito, con calentadores y
mantas traídas por ANDREA y SAM debido al frío de la nevada extraordinaria, mi
sobrino Evaristo y yo comentamos el esperpéntico
asalto al Capitolio alentado por Trump.
- - El mundo occidental ha estado en peligro estos días, señala
un Evaristo inquieto.
- - ¡Exageras!
- - No creas. Trump ya representó un peligro durante cuatro
años, pero más que nunca desde que perdió las
elecciones. Cuando llegó a la Casa Blanca, puso en tela de juicio la
OTAN y el compromiso de defensa norteamericano con los aliados europeos.
- - Ciertamente, y un perdedor
amargado puede ser muy peligroso.
- - Hay quienes temen que ahora apriete el botón nuclear. Nancy
Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes, ha hablado con el JEMAD
americano para cerciorarse de que no lo pueda hacer.
- - Un temor real, Evaristo, porque Trump está loco. Lo certificaron, por cierto, telemáticamente, diversos
psiquiatras al inicio de su mandato. Sin embargo, pienso que le
pararían. Hay protocolos para confirmar una orden de este calibre.
- - Ha puesto, asimismo, a los EEUU y a sus
aliados en peligro con el caos del asalto al Capitolio que
podrían haber aprovechado terroristas, países fuera de la ley o Rusia y China.
- - ¿Crees verdaderamente que Rusia y China se podrían haber
aprovechado?
- - Un Putin que
envenena a sus opositores, invadió Crimea, provoca a los occidentales en el
Báltico, es amenazante para los tres países bálticos y avanza peones en el
Mediterráneo no es más de fiar que Trump.
- - Debes de tener razón. Incluso, prosigo, menos de fiar porque alrededor del americano
hay gente para frenarle. Quiso atacar Irán tras las elecciones de noviembre y
sus colaboradores se lo impidieron. Si a Putin
se le cruzasen los cables, dudo que nadie le parase.
- - China está, asimismo, en pleno rearme, recuerda Evaristo, algo
que durará años, pero un Xi Jinping echado para adelante y mejor armado podría haber invadido Taiwán en un vacío de poder como el vivido en
Washington.
- - Biden, afirmo, restaurará la seriedad en estas cuestiones, sin
perjuicio de que Washington seguirá exigiendo de
sus aliados europeos un mayor esfuerzo en defensa.
“Algunos
cumplen. Otros no”, afirma rotundamente SAM mientras nos pone una segunda ronda
de aperitivos. “España está cobrando un retraso
preocupante en la adecuada modernización de sus Fuerzas Armadas cuando Marruecos realiza un rearme importante,
aunque normal para quien tiene un vecino como Argelia”.
- - Europa quiere una autonomía estratégica respecto de los EEUU,
lo que está bien, señala Evaristo, pero será una empresa lenta. Difícil, no
solo que la Unión Europea se ponga a la altura militar de los EEUU, sino incluso de Rusia, teóricamente su
potencial adversario estratégico.
- - Una cosa es más autonomía y otra, plena
autonomía.
Además, sin un arma nuclear propiamente europea, recuerdo, la UE solo podrá
depender del armamento nuclear francés, de lo que apenas se habla. Y de los
EEUU, vía la Alianza Atlántica. Europa deberá, también, desarrollar competencias
militares en materia ciberespacial, en el espacio exterior y en inteligencia
artificial además de dar unidad a sus fuerzas de tierra, mar y aire.
“Por otro
lado”, interviene ANDREA, dejando la cuenta, “la
llegada de Biden podría significar un relanzamiento del desarme entre EEUU y
Rusia, heredera del arsenal nuclear soviético”.
- - Trump quiso involucrar a China, señalo, pero ésta estará de
perfil mientras EEUU y Rusia no bajen de sus respectivas 1.500 cabezas
nucleares permitidas a niveles cercanos a los actuales 300 de China, una cifra
apenas más importante que el arsenal francés o británico.
- - Pienso, concluye Evaristo que hoy paga, que hay que ver con
optimismo la llegada de Biden. El vínculo
transatlántico saldrá reforzado. Por eso, es imprescindible que
sepan en EEUU proteger mejor sus Instituciones y a su próximo Presidente,
especialmente el 20 de enero cuando tome posesión, al aire libre frente al
Capitolio, en presencia de todas las Autoridades del país y en ausencia irrespetuosa
de Trump.
Carlos
Miranda, Embajador de España