ENTRE LA ROSA Y LA GAVIOTA,
Madrid, 20-04-2021
(Lectura rápida 😊)
Amenaza
lluvia, pero la terraza de mi bar favorito está bien protegida. ANDREA y SAM,
sus dos androides, que con eficacia lo gestionan, me han traído, sin yo pedirlo,
gracias a los algoritmos de su inteligencia artificial, lo que deseaba tomar
esta tarde tranquila. Evaristo se está retrasando.
Tras dejarme SAM un manchado y un sándwich, ANDREA me trae unos periódicos.
Mientras
meriendo paso sus páginas mirando los titulares. El entierro del Príncipe de
Edimburgo; Felipe VI inaugurando unas
instalaciones de Airbus en Getafe, acompañado de Pedro Sánchez y otros ministros, aunque la Agencia EFE dice,
compruebo en internet, que fueron inauguradas al alimón por el Rey y Sánchez,
como si ignorara, esa agencia estatal, o gubernamental, que uno, el
protocolariamente principal, inaugura, y el otro le escolta. Pfizer y Moderna
serían las dos mejores vacunas, según estos periódicos que hablan, asimismo, del
importante escandalo pedófilo en Francia en torno a Olivier Duhamel, un politólogo
conocido y de cómo se disputan entre ellos los independentistas escoceses.
También,
está la campaña electoral en Madrid de Ayuso contra Sánchez y su representante
ocasional, Gabilondo, que sigue prometiendo
cosas sensatas como ni subir, ni
bajar impuestos; no pactar con Iglesias; mantener el Zendal; y que señala que
tampoco hubiera cerrado a cal y canto Madrid. Huele a copia carbono de
lo que hace y promete Ayuso y, quizás, a brindis
al sol porque Ábalos ya dijo que
las políticas de alianzas aún no están determinadas por él en Ferraz y Redondo
en Moncloa; porque Montero, Doña María Jesús,
Ministra de Hacienda, parece querer subir los impuestos cuanto antes mientras
Nadia Calviño no lo aconseja ahora (no hay quien entienda este Gobierno con
ministros PSOE, PCE y afines diversos); porque todos alaban el nuevo hospital de
emergencias y porque lo de permitir la apertura de la restauración en Madrid,
con algunas limitaciones, le ha merecido a Ayuso una gran aprobación de ese
sector y una ovación en Mercamadrid.
Hay
diferencias, naturalmente, pero algunos estarán
descolocados por el filósofo-político del que hay buen recuerdo de
cuando fue Ministro de Educación y a punto estuvo de llegar a un pacto con el
PP en la oposición.
El
retraso de Evaristo no nos permite comentar estas cosas. En estas, suena mi
móvil. Es mi sobrino: “Se me ha complicado la tarde y te voy a dar plantón”, me
dice. “Para hacerme perdonar”, añade antes de colgar, “te mando por wasap un poemilla para que te rías”.
“Leálo en voz alta”, dice ANDREA, que estaba inquieta y ahora se ha relajado. “Léelo tú”, le digo a SAM, que, ilusionado, lo declama con un timbre metálico:
ENTRE LA ROSA Y
LA GAVIOTA,
SU SEÑORÍA,
BIEN SE LO MONTA.
Entre Ayuso y Gabilondo,
Me abro poniendo en el huso
La propaganda de la Ayuso.
Luego comparo con la del Soso
Para saber quién es más goloso.
Cuento con mis dedos y me mondo
Pues los dos cantan unísono.
Ayuso rechaza al Coleta,
¿O de Gabilondo es la treta?
Es que éste niega más impuestos.
Canta siguiendo a la pepera,
Quien no suprime la farándula.
Ni el filósofo, quien adula
Madrileños, que al cielo llegan
Sin asaltarlo, solo con garbo.
Y, en cuanto al hospital Zendal,
Ninguno estima que es un mal.
¿Que no hay diferencias? La pera.
¿A quién, pues, de los dos voy a
votar?
Claro que a ambos puedo botar.
Búsquese original con mambo,
O copia que astutos remiendan
Desde un Palacio con semillas.
Todo por embaucar con papillas
A ciudadanos que calles andan
Buscando vacunas que no llegan.
¿Podrán los políticos ser buenos
Si se engolan aún por menos?”.
Los androides y yo nos reímos un rato. No debe
ser grave el motivo de su ausencia si mi sobrino tiene tiempo para esto. No
obstante, ¿Qué tal una gran coalición en Madrid? “No
sueñe despierto”, corean los dos androides con risas mientras me
voy.
Carlos Miranda, Embajador de España