PREMIOS PLÁTANO
Madrid, 08-01-2023
(3
minutos largos de lectura😊)
Conocemos
los premios Naranja y Limón. Ahora han surgido
los Premios Plátano con su dualidad y ambigüedad. En efecto, un
plátano es rico de comer, pero su peladura, abandonada, puede provocar un gran
resbalón.
Mi
sobrino Evaristo los ha organizado y para asegurar su objetividad ha incluido
en el jurado a autómatas imparciales dotados de inteligencia artificial, esa
que se desarrolla por aprendizaje propio, emulando la inteligencia humana. Consecuentemente,
la ginoide ANDREA, el androide SAM y el dron volador PAAF, que trabajan todos en mi bar favorito, fueron,
con Evaristo, miembros del Jurado de los primeros “Premios Plátano 2022”,
entregados en la última semana de ese año.
Yo
no formé parte del jurado porque mi sobrino dice que no soy imparcial. ¡Lo que hemos de sufrir las madres solteras,
categoría a la que circunstancialmente me puedo adherir gracias a la Ley Trans
a pesar de la negativa de Carmen Calvo de aprobarla!
Evaristo
determinó varias categorías: política nacional (Plátano
Flambeado); política internacional (Plátano
Frito); política económica (Plátano
Volcánico); política inútil (Plátano
Aplastado); y política disgregadora (Split
Banana). Se entregaron los premios en un hotel de postín siendo retransmitido
el evento por una cadena de televisión.
El
premio “Plátano nacional” fue recogido por la atractiva y elegantísima Yolanda Díaz que
se comió en el estrado, ante todos y entre aplausos, su plátano flambeado
por las políticas sociales promovidas por ella y Podemos. “El jurado consideró
que los socialistas han estado en este terreno desbordados por los podemitas de
cara a la opinión pública”, me aseguró Evaristo.
El
plátano internacional lo recogió un Alto Cargo
de Exteriores que, fuertemente
aplaudido, engulló públicamente una banana frita colombiana. “El
jurado estimó que la política internacional del gobierno ha mejorado cuando
González Laya fue sustituida sin perjuicio de las críticas que algunos esgrimen
respecto de la gestión del colectivo diplomático y del asunto de la reconciliación
con Marruecos”, me explicó Evaristo. Él sabrá ya que tiene amigos en Santa Cruz.
El
plátano económico fue atribuido al Banco de
España por mantener una postura
bastante independiente respecto de las previsiones económicas y sus
consecuencias. Recogió su Gobernador un plátano moteado de negro
procedente de la isla canaria de la Palma a consecuencia de la erupción
volcánica. “Yo creo que no le gustan los plátanos porque lo dejó en su plato
sin tocarlo”, comentó PAAF. Mientras ANDREA nos dejaba unos montados de caviar rojo
navideño filtró que “Feijoo no obtuvo un
necesario voto de calidad de la presidencia que consideró que el PP
haría una política económica parecida a la del Gobierno socio-comunista bien
vigilado, como todos, por Bruselas”. “Afortunadamente”, murmuró en voz baja Evaristo.
El
premio de política inútil fue atribuido a Inés Arrimadas por la ineficiencia con la que ha llevado su
partido. Ocupada con sus peleas con Edmundo Bal, fue su mentor, Albert Rivera, quién
se comió, solo y lejos de todos, un plátano aplastado que, en
realidad, parecía a su medida. “Es el verdadero
causante de los males de Ciudadanos”, precisó críticamente PAAF con
su cerrado acento francés de fábrica.
“El
premio por la disgregación fue otorgado alalimón a ERC
y Bildu por sus éxitos en materia de indultos y de rebaja
del coste de delitos como la malversación política extra bolsillo propio y la sustitución de la sedición por meros revuelos
callejeros algo agravados”, me explicó un malhumorado SAM. “No quise estar
presente en su entrega”, añadió, “por lo que no vi como Félix Bolaños surgió,
me dijeron, de una oscura esquina de la sala para devorar entusiasmado, con un
gran delantal para no mancharse, un enorme Split banana con crema montada
y fresas preparado por un repostero periférico. Hubo pitos”.
Cerró
el evento Evaristo anunciando para finales de 2023
la segunda edición de los Premios Plátano.
Carlos Miranda, Embajador de España