(18-10-2019)
Mi bar favorito estaba este lunes engalanado con banderas de España, de la Unión Europea, del Reino Unido, de Irlanda e, incluso, de Gibraltar.
- Las hemos puesto ANDREA y yo, me dice con satisfacción metálica SAM. Para celebrar el Brexit.
- Igual te adelantas … En eso veo a mi sobrino Evaristo en conversación con ANDREA, el otro robot del bar.
- ANDREA me dice lo mismo. Estamos absorbidos con este tema desde 2016: va siendo hora de darle un carpetazo, el que sea.
- Estos ingleses son sorprendentes, le comento a mi sobrino. Digo ingleses, porque los escoceses están en contra de dejar la Unión Europea. Si hay Brexit conseguirán otro referéndum de independencia y, esta vez, posiblemente lo ganen, aunque no tengo claro si su economía es suficientemente fuerte para ello y cómo volverían a la UE. Eso no dejará indiferentes a ciertos vascos y catalanes.
SAM nos pone nuestras bebidas en la barra prediciendo, acertadamente, con su inteligencia artificial, al igual que ANDREA, nuestros deseos. Evaristo se instala en un taburete alto y, tras un sorbo, señala:
- Lo curioso del acuerdo de Boris Johnson, tan nacionalista él, es que ha optado por la solución menos soberanista. Irlanda está, de hecho, unida, sin perjuicio de que el Ulster dependa de Londres (Libra y millas) y no de Dublín (Euro y kilómetros) como el resto de la isla. Eso funcionaba bien al estar el RU e Irlanda, ambos, en la UE.
- - Al salir el RU de la UE lo lógico era recuperar la frontera entre el Ulster y el resto de Irlanda, le digo a Evaristo. Sin embargo, eso era inaceptable para Dublín porque podía provocar un rebrote del terrorismo al invalidar los Acuerdos de paz del Viernes Santo de 1998, uno de cuyos elementos esenciales es esa unidad factual de Irlanda.
- Había que elegir entre una frontera en Irlanda que mantendría al RU en un mismo sistema económico, pero separaba a las dos Irlandas, o una frontera entre el Ulster y el resto del RU que mantendría unida a Irlanda y a un Ulster separado del RU.
- Theresa May, le preciso a Evaristo, priorizó mantener unido el Ulster al RU y resolvió la cuadratura del círculo aceptando que todo el RU se mantuviese en el Mercado Único hasta pactar un acuerdo comercial entre el RU y la UE. Con ello mantenía unidos tanto la isla irlandesa como el RU…
- …. pero, me interrumpe Evaristo, a costa de retrasar, quizás indefinidamente, la salida en términos prácticos de la UE y eso era inaceptable para los brexiteros duros.
- En efecto, continuo, con la solución de Johnson, Irlanda queda unida con un solo sistema aduanero y el RU separado con dos sistemas aduaneros. El Ulster sujeto, incluso, a reglas de la UE.
ANDREA y SAM nos miran, uno desde detrás de la barra y la otra desde la sala, y dicen al unísono: “May era más sincera que Johnson”.
- Ya,
responde Evaristo, pero Johnson puede lograr lo
que no consiguió May: acabar con esta historia interminable del Brexit.
Luego, ya vendrán otras complicaciones.
- Con este nuevo acuerdo (prácticamente igual al anterior salvo en lo de Irlanda) la UE ya no puede ser acusada de obstaculizarel Brexit. En cuanto a Johnson, si Westminster
aprueba este nuevo Brexit, lo que está aún por ver, gana, y, si no se lo aprueba, saldrá reforzado para unas elecciones generales en las que Jeremy Corbyn y sus Laboristas no parecen ser favoritos por falta de carisma y exceso de división y ambigüedad.
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PS: Por la tarde, el Presidente del Parlamento británico (Speaker) dictaminó que aún era pronto para votar el Brexit. ANDREA y SAM recogieron las banderas, guardándolas para otra ocasión.
Carlos Miranda es Embajador de España
