FIESTAS DEL SOLSTICIO DE
INVIERNO
(23-12-2019)
Mi bar favorito está lleno de guirnaldas verdes y plateadas,
unas, luminosas y parpadeantes, otras. Junto a la entrada, un gran pino
navideño ampliamente decorado. Lo sostiene una réplica tamaño natural de
Papá Noel. En una esquina de la barra, SAM y ANDREA han montado un
nacimiento con su portal a donde los tres Reyes Magos llevan mirra, incienso
y oro tras cruzar un rio de plata en un puente de corcho y haber sorteado
lavanderas, pastores y otras figurinas junto a animales de todo tipo.
La magnifica inteligencia artificial adaptativa de estos dos
androides les ha permitido absorber estas diferentes costumbres con plena
satisfacción del dueño del local y el agrado de la clientela entre la que
estamos mi sobrino Evaristo y yo.
SAM y ANDREA se sacan fotos con los clientes
junto a estas representaciones festivas que no dejan de estar relacionadas con
las fiestas paganas del solsticio de invierno. En todo caso, lo importante
es como todo ello pueda incidir en un espíritu de tolerancia y generosidad en
todos los ámbitos humanos.
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Todo esto me encanta, me dice Evaristo que, como
yo, con este espectáculo, vuelve cándidamente a su niñez.
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A mí también, Evaristo.
Al instante, nos fundimos, mi sobrino y yo, en un abrazo al
que se unen enseguida ANDREA y SAM. Inmediatamente surge una cámara portada por
un dron miniatura que nos ciega con su flash al hacernos una foto.
“Ya os la
mandaré” asegura SAM, mientras ANDREA aprieta un botón que pone en marcha un
villancico cuya letra también abarca el próximo cambio de año, deseando en nombre nuestro y de nuestras familias unas Felices
Fiestas y un Prospero Año Nuevo a
los eventuales y pacientes lectores de los blogs “Evaristadas” y “Desde mi
Cancillería” así como a parientes
y demás amistades, sin olvidar, naturalmente, a la propia clientela del bar.
Y PRÓSPERO
AÑO 2020 Carlos Miranda, Embajador de España