FOXY FELLOW
Madrid 05-07-2021
(Lectura
rápida 😊)
Estoy
solo en la terraza de mi bar favorito tomando un refresco. Evaristo está de viaje. De Madrid a Londres
pasando por Barcelona y Paris. Me lo cuenta con llamadas.
Antes
de marcharse buscó sensatez en Madrid y no la encontró, ni en la oficina de objetos
perdidos. En Madrid las cosas se pierden .... En Barcelona, fue a la oficina “d´objectes trobats” donde
los interesantes sólo tienen que ver con la independencia, los indultos o las
amnistías. Los demás, como una bandera española o goles del Madrid se
descartan. Quien encuentra algo, decide si puede reencontrarse con su dueño llevándolo
a la oficina de objetos “encontrados”.
Dos enfoques diferentes. En Madrid,
énfasis en lo perdido, la virginidad, la integridad, pe. En Barcelona prevalece
el emparejamiento, otra alteridad misteriosa. O, simplemente, la influencia francesa. En Roma sería "l¨ufficio oggetti smarriti". El catalán es
como un eslabón entre francés, italiano y español. En Paris los perdidos de
Madrid son “trouvés”. “Trobat”, en catalán, podría hasta ser por influencia
francesa, aunque ambos vengan del latín, salvo que un catalán independentista señale
que Barcelona modela Paris del mismo modo que Napoleón nació en Manresa.
En
Londres, Evaristo fue al Departamento de “Lost
and Found”. Tampoco encontró mucha sensatez, pero el hilo es
evidente. Primero se pierde algo y luego se encuentra. Para encontrar lo
perdido, hay, antes, que perderlo. Los británicos perdieron al irse de la UE,
aunque se reencontraron al abandonarla.
Suena
el teléfono y me citan en el Zendal, ese hospital de emergencias que algunos,
no todos, desmantelarían. ¡Cómo se liaron los opositores
a Ayuso en esto! Mi vacuna no estaba perdida, sólo olvidada …
Más
adelante sonará el teléfono para otras noticias además de adelantar la cita
para la segunda dosis. Ayuso, me recuerdan, retó a todos aprovechando una llamada perdida de Ciudadanos y del PSOE en Murcia,
donde se acabaron perdiendo los dos.
Vuelve
a sonar el teléfono. “Es que Ayuso”, me dice Evaristo, que parece dominar la
telepatía, “encontró una bolsa con votos socialistas dentro”. Evidentemente, no la llevó a la oficina de objetos
perdidos. Gabilondo se perdió camino de Vallecas y parece difícil
que le encuentren en la sede del Defensor del Pueblo, su sueño, por el que siguió
ciegamente a Iván Redondo. Otra llamada del sobrino. Iglesias, añade, se perdió
tras su fracaso madrileño frente a Errejón, reencontrado con su “sorpasso” al
PSOE.
Llama
Evaristo. Otra vez. Dice que hay, en Londres, un admirador de Sánchez. En su
pub, “Foxy Fellow”, cuelga en una
pared, a modo de trofeos, los animales políticos que el madrileño ha orillado: retratos
de Susana Díaz, Mariano Rajoy, Albert Rivera, Pablo Iglesias, Manuel Valls,
perdido en Barcelona y “retrouvé” en Paris, huyendo de Cataluña. ¡Hay Paris,
quien te encontró y no quiere perderte!
Tras
una puerta, precisa Evaristo, hay dos cuadros preparados para colgar a raíz de
los indultos a los del “procés”, perdido, pero no “abandonat”. Uno es de Puigdemont, puesto en evidencia en
su guarida de Waterloo tras la liberación del heroico Junqueras.
El
otro cuadro sería del propio Junqueras, perdido en la telaraña tejida por
Sánchez, ante mucha incomprensión, para hacerle perder la voz a un soberanismo
a punto de perderse de nuevo en el pasado. “No
hay duda de que el propietario de ese pub es sanchista” comento riéndome.
“Pregúntale
si tiene por ahí un cuadro de Errejón”, añado. “Tiene dos encargados”, comenta mi
sobrino en voz baja para que no le oigan, “uno de Errejón, al que Sanchez confundirá,
dice, y otro del propio Sánchez”. “¡¿De Sánchez?!”. “Todos
los héroes acaban perdiéndose”, afirma el “publican” de marras según
Evaristo. ¡Estos británicos! Siempre interpretando nuestra Historia ...
“Como vive en un Reino”, me dice SAM, solícito, cuando cuelgo, “le hemos preparado un “Kir Royal”. “Le vendrá bien, que le veo algo mareado”, señala ANDREA. “Ah”, añade la ginoide, “Campeón de Europa el Chelsea. Perdió Guardiola”. “Le consolarán en Waterloo”, especula Evaristo que volvió a llamar. Queda la Copa de Europa de Naciones, pero, esa, no será para Cataluña … Mientras, ya tengo mi pasaporte COVID por si llegamos a la final.
Carlos Miranda, Embajador de España