TRUMP´s CAVALRY
Madrid,
08-06-2020
(Lectura rápida 😊)
Horrorizados por las terrazas vociferantes y sin mascarillas, mi sobrino
Evaristo y yo mantenemos telemáticamente nuestra tertulia moderada por ANDREA y
SAM desde mi bar favorito.
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Trump conquistó la Casa Blanca con su Séptimo
de Caballería, afirma Evaristo. Unos 88 generales y almirantes retirados firmaron
una carta apoyándole durante la campaña electoral.
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Muchos militares se enfadaron con Obama, preciso,
porque limitó los refuerzos que pedían para Afganistán. Asimismo, apartó a generales críticos con él.
“Trump tuvo enseguida
problemas con ellos”, señala ANDREA. “Nombró Consejero de Defensa Nacional al General
Flynn, que dimitió enseguida al haber mentido sobre sus contactos con la
Embajada rusa en Washington”.
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En efecto, admito, pero consiguió un “bingo” fichando para
Secretario de Defensa al prestigiosos General Mattis.
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Ese romance también fue breve, recuerda Evaristo. Mattis y
el Secretario de Estado, Tillerson, acabaron no teniendo buena opinión de Trump.
Tillerson llegó a calificarle de idiota. Mattis se marchó por disconformidad
con la retirada militar estadounidense de Siria. Ahora, sin consultar con
nadie, Trump quiere reducir las tropas americanas en Alemania un 30%, dejándolas
en 25.000 hombres, decisión unilateral que lamentan tanto la Canciller conservadora
Merkel como su ministro de Exteriores, el socialdemócrata Maas. Tampoco gustará a los militares americanos.
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Es verdad, asiento. Asimismo, Trump ha tenido en puestos importantes
de la Casa Blanca a otros generales (McMaster, Kelly) con los que pronto acabó
tarifando. Trump desprecia la disciplina y una seriedad en el trabajo que los
militares valoran.
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El divorcio con “sus” militares se ha agravado, insiste
Evaristo, al haber querido Trump involucrarles contra las manifestaciones
antirracistas tras la muerte de George Floyd, el afroamericano asfixiado por
un policía blanco.
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En efecto, afirmo. Trump empleó a militares para evacuar de
manifestantes pacíficos la Plaza de Lafayette, situada enfrente de la Casa
Blanca, para hacerse una foto con una biblia en la mano frente a una iglesia
quemada la víspera.
- - Eso provocó, precisa mi sobrino, la dimisión de un
subsecretario del Pentágono reprochando al Secretario de Defensa, Esper, su
actitud permisiva. Esper rectificó al día siguiente, enfrentándose a Trump
sobre la utilización inconstitucional de los militares cuyos Altos Mandos
estiman que no es su función reprimir manifestaciones legitimas y pacíficas.
Para las que se desmadran, están la policía y, eventualmente, los reservistas
de la Guardia Nacional en cada Estado, con dependencia dual de cada Gobernador
y del Presidente.
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Es verdad, señalo, y Mattis reapareció
ahora para afirmar que las Fuerzas Armadas no están para coartar el derecho de
libre expresión de los americanos que los militares han jurado defender ...
“Trump se quedará esta vez sin militares y sin afroamericanos”,
pontifica SAM. “Biden puede, además, recuperar un voto femenino que
renegaba de Hillary Clinton, una clase media ahora parcialmente descontenta con
Trump y mantener las jóvenes huestes progresistas de Sanders. Los hispanos,
están más descuidados por los Demócratas”.
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Biden opta ahora por la discreción, señalo.
Prefiere que Trump se hunda solo.
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No obstante, “law and order”, es un argumento serio en la
sociedad americana, recuerda Evaristo, y Trump mantiene sus bases.
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Biden parece más “blando” que Hillary, pero tiene menos
enemigos que ella y buenos sondeos. Obtendrá votos que desertaron a Clinton. Será
simbólicamente importante quien le acompañe como Vicepresidenta. Prometió
una mujer. Veremos a quien selecciona y como se acogerá esta decisión.
“¿Tendrá
Trump suficiente arrojo como para emplear a militares en alguna operación
exterior que le devuelva el favor de los uniformados?”, pregunta SAM.
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No es descartable, respondo.
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Los analistas más osados tampoco descartan que Trump desconvoque
las elecciones por la pandemia o que se niegue a salir de la Casa Blanca si
pierde la reelección, interviene Evaristo.
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Con Trump, cualquier cosa puede ocurrir, reconozco, pero no
alterará el calendario electoral ni se atrincherará. Con sus defectos e
injusticias, EEUU es una democracia que no
toleraría un golpe de Estado.
Carlos Miranda, Embajador de España