FRACASOS
Madrid,
17-07-2020
(Lectura rápida 😊)
La
ventaja de las tertulias telemáticas de mi bar favorito es que podemos
proseguirlas estando mi sobrino Evaristo y yo ausentes de Madrid, manteniendo la
compañía de sus dos androides, ANDREA y SAM.
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Ya pasaron las primeras elecciones tras el confinamiento y las
generales de noviembre pasado, comento. Parece una eternidad y son solo unos
meses.
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En efecto, responde Evaristo, pero en todas partes la gestión de los gobernantes se juzgará esencialmente
a partir del maldito virus.
- Pues en Galicia y en Vascongadas los grandes vencedores han sido Feijoo y Urkullu, señalo. El gran derrotado, Iglesias. BNGA y Bildu han sacado una gran tajada y el PSOE se ha estancado con un mínimo incremento, incapaz de aprovechar el hundimiento de Podemos.
- El precio de sus malas compañías para sobrevivir como sea, incluida
la persecución de Podemos, afirma Evaristo. Un fracaso, concluye.
“Sin
embargo”, interviene ANDREA, “hay quienes afirman que Sánchez ha ganado
margen de maniobra frente a Iglesias al que no le queda otro remedio que
aferrarse al gobierno para no ser irrelevante”. “Asimismo”, completa SAM, “seguirá
contando con Ciudadanos y el PNV. Incluso, puede amenazar al PNV con un
tripartito en Euskadi con Bildu y los podemitas locales”.
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Quizás, señalo, aunque no recomendaría a los socialistas
acercarse aún más a Bildu, un partido que no condena a ETA y festeja la
liberación de etarras no arrepentidos. No todos los socialistas pueden
olvidarlo como parecen hacerlo Mendía, Chivite y otros en Madrid.
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A pesar de los asesinados, la memoria de los más jóvenes
tiende a pasar página, observa Evaristo.
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Ya, admito tristemente. Volviendo a lo nuestro, en otras
latitudes, estos resultados podrían exigir una remodelación gubernamental,
o unas elecciones.
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Muy pronto para elecciones, se ríe Evaristo. No las veo
hasta que Iglesias se vaya del Gobierno. Otra cosa sería una remodelación post
viral porque la gestión sanitaria no ha sido bastante buena, incluso nefasta en
febrero.
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Habrá que sumar el fracaso de la candidatura de Calviño, añado,
llevada con ligereza e ineficiencia. Una pena, porque vale más que todo el
Gobierno.
-- Espera a ver qué pasa con las necesarias contribuciones de
Bruselas que ayudarían a Sánchez para sobrevivir, añade Evaristo. Sin
condiciones, incluso duras, no serán, y veremos si lo que conseguimos por
un lado no nos lo quitan por otro. En todo caso, parece difícil que te den algo
solo por tu cara bonita. Hay que distinguir entre los sueños y la realidad. Asimismo,
tanto en este asunto como en el de Calviño, se constata que un acuerdo franco-alemán
ya no arrastra fácilmente a los demás socios.
“Junto
a esta cuestión”, interrumpe SAM, “están los presupuestos para 2021”. “Las
ayudas de Bruselas facilitarán conseguirlo”, afirma ANDREA, “aunque ello no
está garantizado. Encontrar el justo medio entre Sánchez, Iglesias,
Arrimadas y Urkullu, así como (¿Quién sabe?) Casado, arbitrados por Calviño, no
será fácil. Si es otro fracaso, podría, entonces, provocar un adelanto
electoral”. “Sería importante”, añade SAM, “que esos presupuestos pudieran ser avalados
por sindicatos y patronales, incluso, en este último caso, si el PP no los
apoya”.
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Os habéis olvidado, señalo, que, si los presupuestos son
demasiado ortodoxos, Iglesias igual rompe la coalición.
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Iglesias está encadenado al mástil de la nave, vuelve a
reírse Evaristo …
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Todo es muy incierto hoy en día, hasta la predicción del
tiempo …
- Ciertamente, reconoce Evaristo. Sobre todo, en materia del
coronavirus. Sigue a sus anchas por el todo mundo, en buena medida porque muchos
no están verdaderamente concienciados, especialmente los jóvenes. Hay que
ser muy prudentes hasta que, quizás, descubran una vacuna.
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Torra se enfrenta al virus confundiendo quizás las prioridades, subrayo. Para
él, la salud puede ser secundaria si el independentismo es lo más importante porque este
otoño habrá elecciones en el Principado.
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Bueno, en febrero pasó lo
mismo en Madrid, porque no quisieron perder el tren del 8-M,
recuerda Evaristo …
Se
acaba nuestro tiempo y nos despedimos con un codazo en las pantallas.
Carlos Miranda, Embajador de España