LA CAÍDA DEL
IMPERIO
Madrid, 13-06-2023
(Lectura rápida 😊)
Cuando llegué a la terraza de mi bar favorito, PAAF, el dron-mayordomo volador de fabricación francesa, me llevó a la mesa donde ya estaba aposentado mi sobrino Evaristo. “Merci” le dije. “À votre service”, respondió enseguida. El androide SAM y la ginoide ANDREA, ambos nacionales, nos sirvieron enseguida lo que deseábamos sin preguntar gracias a su Inteligencia Artificial. Evaristo estaba con cara de susto.
- ¿Qué te ocurre?
- Una pesadilla o una aventura de ciencia ficción.
- ¡Cuenta!
- Me encontré en un futuro lejano ante un mostrador. Llegó un responsable, dijo que había una confusión y me encontré de nuevo en mi cama. Al despertarme tenía en la mano este folleto didáctico titulado “La caída del Imperio Occidental” y que cogí de un taco en ese mostrador.
- ¿Qué dice?
Evaristo empezó a leerlo en voz alta: “Todo empezó con la imputación de Trump por llevarse a su casa documentos secretos. Arengando con éxito a sus partidarios, su país entró en total disensión política y los “red necks” tomaron el control. Un control del desorden, no un orden nuevo. Caos. Incluso Trump, desbordado por populistas extremistas, ingresó en prisión por traición”. “¡Quién lo hubiera pensado!”, exclama ANDREA.
Evaristo prosiguió su lectura: “Controlado el Senado por aislacionistas radicales, Washington abandonó la OTAN. Ya no quisieron pagar por la defensa de Europa lo que los europeos se ahorraban para pagar sus sopas bobas …”. “Muy conservador, ese folleto”, vuelve a interrumpir ANDREA, indignada. “Rusia derrotó a Ucrania”, sigue leyendo Evaristo, “y Zelensky se exilió a Madrid”. “¿Dónde se puede vivir mejor sin dar golpe?”, musito yo, pero PAAF, sobrevolándome, me ha oído con sus finos detectores de sonido y me afea mi comentario. “Putin instaló armamento nuclear en Ucrania, como en Bielorrusia”, prosigue Evaristo. “¿Quién actúa de verdad contra la paz mundial, los occidentales o los rusos?” pregunta SAM con su deje metálico.
Evaristo continúa: “Un año Sumar consiguió en España más votos que el PSOE y una tal Yolanda se instaló en La Moncloa mientras los socialistas, socios menores de la coalición, amargaban su gobernanza pasándola por su izquierda. La extrema izquierda europea bailó al son de balalaikas la disolución de la Alianza Atlántica y no consideraron de credo pacifista acometer una defensa europea. Vulnerables ante Moscú, en el Este europeo se tornaron obedientes al Kremlin. Los países bálticos volvieron al redil ruso, así como Moldavia y Georgia”.
SAM, ANDREA y PAAF ya solo atendían la lectura del folleto de Evaristo: “En el Magreb, aprovechando el desorden provocado por la sucesión de Mohamed VI, Argelia ocupó el Sáhara Occidental y lo convirtió en una autonomía suya. Los polisarios se exiliaron a Canarias donde empezó a prevalecer el independentismo instigado desde Argel”.
“En el occidente europeo”, siguió leyendo Evaristo, “la derecha iliberal se afianzó. Franco resucitó, un milagro para la Iglesia. Se anularon el matrimonio civil, el divorcio, el aborto, la eutanasia, las leyes trans, haciendo del adulterio un delito punible con cárcel. China e India se convirtieron en las dos grandes potencias dominantes y competitivas, luchando ambas por controlar Rusia mientras EEUU reintegraba su cascarón. China mantuvo su ventaja en África y América Latina mientras India se hacía con gran parte de una Asia temerosa de China”.
Se unieron a la escucha, horrorizados, varios clientes. “A Europa acudieron millones de refugiados a pesar del cerrojazo fronterizo de la derecha. El Brexit cundió y la extrema izquierda se unió a la extrema derecha para celebrar la disolución de la UE antes de prepararse ambos para pelearse a muerte en guerras mundiales o civiles”.
“El
primer extraterrestre llegó unos años más tarde”, continuó Evaristo leyendo el
folleto, “y envió su famoso mensaje de “Llegué,
vi y solo había desolación”. Nueva York vacío, Paris en llamas, Roma
en más ruinas y en Londres resistía sólo una City arruinada acampada por antiguos
millonarios. “Have a good day” le dijo el extraterrestre a uno de ellos depositando
en su mano un Bitcoin encontrado en la basura”.
- Un mal sueño, le digo a Evaristo.
- Y este folleto, ¿De dónde ha salido?
Carlos Miranda, Embajador de España