NUEVOS
PARADIGMAS
Madrid, 18-05-2020
(Lectura rápida 😊)
Acaba de establecerse la conexión con mi bar favorito para una tertulia telemática de pago con mi sobrino Evaristo, atendidos por los dos androides que regentan eficazmente el local, ANDREA y SAM.
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Estamos
en plena carrera de desconfinamientos, señala Evaristo. Como si fueran niños, algunos
responsables autonómicos se quejan del Gobierno central si no les deja avanzar
de una casilla a otra en este peculiar juego de “La Oca”.
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Algunas
reglas de este nuevo juego no parecen claras, preciso.
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De
eso se quejó Ximo Puig,
continúa Evaristo, al comprobar hace una semana que le dejaron en la fase cero
cuando otros territorios en condiciones similares, según él, pasaban a la fase
uno. Aseguró que le cambiaron las reglas en plena evaluación.
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¡Qué
fuerte!, pero, continúo, ahora, ya pasó ese examen.
“No
debiera de ser una competición entre Autonomías y menos tiñéndolas
políticamente”, manifiesta SAM.
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Esta
cuestión sanitaria tiene dos trasfondos, uno político y otro económico, señala Evaristo. El primero
afecta al prestigio, algo importante electoralmente, y el segundo a la
recuperación económica, también con repercusión electoral.
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Es
evidente, añado, que, si la ficha de tu autonomía avanza, parece que
está bien gestionada, que su sistema de sanidad está al día y que su economía
puede volver a prosperar.
“Si Madrid
no avanza, les cuesta dinero a los empresarios”, insiste SAM. “Este bar está
haciendo inversiones y aún no puede abrir” …
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La cuestión económica es esencial, subraya Evaristo. Este
virus ha paralizado la economía con los confinamientos y puede alterar
substancialmente el planeta, más que la caída del Muro de Berlín en 1989, el
derrumbe de la URSS en 1991 o los atentados del 11 de septiembre en 2001. El
paradigma entrante será diferente, previsiblemente, aunque sus contornos no
están aún claros.
- - Hay
quien afirma, señalo, que este virus mata poco por debajo de los 65 años y que solo
habría que aislar a los mayores, dejando que los demás vuelvan a trabajar, con
precauciones, porque de lo contrario vendrá la ruina y el caos.
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Probablemente,
afirma Evaristo, en el debate entre salud y economía, esta última acabará incrementando su importancia.
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Este
es un reto para los partidos españoles con ocasión de los próximos comicios en el
País Vasco y Galicia. ¿Qué programas presentarán sobre esta y otras
cuestiones?
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Para
las próximas catalanas, añade Evaristo, una oportunidad para los partidos no
independentistas para elaborar unas agendas acordes con la nueva realidad
mundial.
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Más
fácil de decir que de hacer, señalo, con la niebla que la humanidad tiene por delante.
- Mira,
continúa, Evaristo, en los EEUU el Partido Demócrata es consciente de que
tiene que modificar su oferta electoral con propuestas novedosas y, quizás,
arriesgadas. Biden sabe que tendrá que incorporar ideas del ala progre del
partido, defendidas por Warren y Sanders, eso sí, con cierta moderación si no
quiere perder el importante voto centrista. Su selección de quién le acompañará
en la Vicepresidencia será reveladora. En todo caso, prometió que sería una
mujer.
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En
noviembre, señalo, veremos enfrentadas dos
concepciones más diferentes que en el pasado de lo que deben de ser los EEUU y
su papel en el mundo. González Laya, ....
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¿Quién?,
me interrumpe Evaristo.
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…
La ministra de Exteriores, prosigo, dice que no es hora de tecnócratas sino de
hacer política.
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¿Será
eso coherente, pregunta mi sobrino, con su política de casi no proceder a
nombramientos en su ministerio? Por ejemplo, lleva meses con una Subsecretaría
vacía. Una forma de ahorrar, ironiza.
“Sus políticos son unos irresponsables” interviene ANDREA, ausente en
la cocina desde hace un rato. “¿Elaborarán un plan nacional de
reconstrucción? Lo dudo, prosigue. Evaristo y yo callamos, sorprendidos por
tanta inteligencia, artificial, y avergonzados. “Es más”, añade SAM, “Ayuso y
Casado animan revueltas callejeras desordenadas y contagiosas. Un verdadero “Jefe
de la Oposición” debiera desaconsejarlas”. En ese momento suena un pitido
avisando del final de la tertulia telemática y todos desconectamos.
Carlos
Miranda, Embajador de España