UN NUEVO MUNDO
Madrid, 05-05-2020
(Lectura rápida 😄)
Mi
bar favorito sigue cerrado, pero ofrece ahora, con éxito, tertulias
telemáticas que cobra por conectar. “Hay que comer”, señalan los androides
encargados del local repitiendo, como loros, al dueño. Ponen en la barra, casi
un altar, a modo de decorado, unos apetitosos aperitivos que deben ser de
plástico. ANDREA y SAM no lo comentan.
-
Según
Sánchez, dice desde su pantalla Evaristo, vamos a “volver a una nueva realidad”.
-
Parece
difícil “volver” a algo nuevo, respondo, una formulación tan absurda como el título de la
película “Regreso al futuro” ....
“Se entiende”, me corrige
ANDREA, “que vamos a vivir de otro modo: mascarillas, distancia social,
controles sanitarios, confinamientos, guantes, teletrabajo, etc, y, todo ello,
en medio de una crisis económica”. “Eso”, completa SAM, “con, dicen, una
nueva estructura mundial, aunque no está claro cuál”.
-
Edward
Fishman, un especialista americano en relaciones internacionales, comento, vaticina
un nuevo orden mundial fruto de los temas por
gestionar, algunos novedosos como las pandemias, el ciberespacio, la
inteligencia artificial o el cambio climático, y otros más “clásicos” como la
proliferación del armamento nuclear. Contempla dos niveles de Estados: los más
involucrados y los demás.
-
Ya
ocurre,
responde Evaristo. Tenemos en NNUU un Consejo de Seguridad, con unos pocos
miembros permanentes, y el resto del mundo.
- Pero,
la ONU, señalo, ha estado muy ausente en esta crisis y su organismo de salud,
la OMS, muy controvertida, sin perjuicio de las numerosas advertencias que desde
hace años señalaban una posible pandemia.
“Este coronavirus”, vuelve a
interrumpir ANDREA, “ha aflorado soluciones nacionalistas y difuminado la
cooperación internacional, incluso en la Unión Europea. Ha sido un sálvese quien
pueda”.
-
Pero,
indico, ya no es el caso. Lo internacional debe recuperar su carácter
cooperativo. Parece difícil que desaparezcan la ONU, la UE, el G20, el G7, por
ejemplo.
-
Sin
duda, concede Evaristo, pero es como si unos jugadores de bridge, que se
juega con cartas francesas, fuesen a jugar, ahora, con cartas españolas,
con palos diferentes de diez cartas en lugar de trece.
-
Convengo,
reconozco, en que cambiaran muchos temas de importancia y la manera de
encararlos, más que los jugadores.
- En la Unión, dice Evaristo, Borrell acaba de reprender a los que quieren sustituir la alianza con los EEUU por un mayor acercamiento a China. Hay que volver al multilateralismo, dice, pero este último no es concebido del mismo modo desde occidente o en Beijing.
-
En
efecto, prosigo, la China comunista no participó en la construcción de la
actual arquitectura mundial, occidental y liberal. Pretende moldearla ahora a
sus intereses ideológicos en plena competición con EEUU por el liderazgo
mundial.
“En suma”, intenta resumir SAM,
“los temas van a cambiar la agenda mundial más que los actores, aunque estos
tendrán que adaptarse, lo que puede modificar los
protagonismos internacionales”.
-
Posiblemente
SAM, respondo, pero, ahora, lo inmediato van a ser las Cortes este miércoles. ¿Se
prolongará el Estado de Alarma?
-
Si
ocurre, será con menos votos a favor, más en contra y más abstenciones, estima, fácilmente, Evaristo.
La duda es lo que hará el PP.
-
No
ayudar al Gobierno, aventuro. No traga Casado el señuelo de la “cogobernanza”,
que considera un truco más de Sánchez, como tantos otros que le han permitido,
piensa, evitar gobernar más colegiadamente con la oposición y las Autonomías,
como hubiera sido deseable en semejante crisis.
-
Algunos
piensan, señala Evaristo, que la renuencia conservadora a una reconstrucción
económica pactada es porque, unos, no se fían de Sánchez y, otros, le tienen
tantas ganas que, ambos, prefieren un rescate controlado por Bruselas
que uno nacional en el que, consideran, Sánchez e Iglesias no cederían nada a
la derecha.
-
¡Qué
barbaridad! exclamo estupefacto.
-
Ya,
responde Evaristo. Iglesias lastra a Sánchez ….
En ese momento aparece en
nuestras pantallas un aviso que dice que solo nos quedan 30 segundos con la tarifa
de la tertulia pagada al bar y nos despedimos todos corriendo.
Carlos
Miranda, Embajador de España